Descripción general
La menopausia es el momento que marca el final de los ciclos menstruales. Se diagnostica después de que transcurren doce meses sin que tengas un período menstrual. La menopausia puede producirse entre los 40 y 50 años.
La menopausia es un proceso biológico natural. Sin embargo, los síntomas físicos, como los sofocos y los síntomas emocionales de la menopausia, pueden alterar el sueño, disminuir la energía o afectar la salud emocional. Hay muchos tratamientos eficaces disponibles: desde ajustes en el estilo de vida hasta terapia hormonal.
Síntomas
En los meses o años conducentes a la menopausia (perimenopausia), es posible que experimentes estos signos y síntomas:
– Períodos menstruales irregulares
– Sequedad vaginal
– Sofocos
– Escalofríos
– Sudores nocturnos
– Problemas de sueño
– Cambios en el estado de ánimo
– Aumento de peso y metabolismo lento
– Afinamiento del cabello y piel seca
– Pérdida de volumen en los senos
Los signos y síntomas, incluidos los cambios en la menstruación, pueden variar entre mujeres. Lo más probable es que experimentes algunas irregularidades en los períodos menstruales antes de que se corten.
No menstruar algún mes durante la perimenopausia es frecuente y esperable. Los períodos menstruales suelen saltarse un mes y regresar, o saltarse varios meses y luego comenzar ciclos mensuales nuevamente durante unos meses. Los períodos también suelen tener ciclos más breves, por lo tanto, son más seguidos. Pese a los períodos menstruales irregulares, el embarazo es posible. Si tuviste falta de un período menstrual y no estás segura de haber comenzado la transición menopáusica, considera hacerte una prueba de embarazo.
Cuándo debes consultar a un médico
Visita periódicamente a tu médico para el cuidado preventivo de tu salud y para ocuparte de toda inquietud de tipo médico. Sigue acudiendo a estas citas durante y después de la menopausia.
El cuidado preventivo de la salud a medida que envejeces consiste en realizar los exámenes de detección recomendados, como por ejemplo colonoscopia, mamografía y determinación del valor de los triglicéridos. El médico también podría recomendarte otros exámenes y pruebas, como por ejemplo exámenes de la glándula tiroides, si tus antecedentes lo justifican, y exámenes pélvicos y de las mamas.
Si tienes sangrado vaginal después de la menopausia, no dejes de consultar al médico.
Causas
La menopausia puede deberse a lo siguiente:
– El deterioro natural de las hormonas reproductivas. Al acercarte a los cuarenta años de edad, los ovarios comienzan a producir menos estrógeno y progesterona (las hormonas que regulan la menstruación), por lo que la fertilidad disminuye.
A los cuarenta años, los períodos menstruales pueden llegar a ser más largos o más cortos, más o menos intensos y más o menos frecuentes hasta que, al final, —en promedio, a los 51 años— dejas de tenerlos.
– Cirugía para extirpar los ovarios (ooforectomía). Los ovarios producen hormonas, como el estrógeno y la progesterona, que regulan el ciclo menstrual. La cirugía para extirpar los ovarios provoca la menopausia inmediata. Los períodos menstruales se detienen y es probable que tengas sofocos, así como otros signos y síntomas de la menopausia. Los signos y síntomas pueden ser graves, ya que estos cambios hormonales ocurren de forma abrupta en lugar de aparecer progresivamente durante varios años.
En general, la histerectomía (mediante la cual se extirpa el útero, pero no los ovarios), no provoca la menopausia de inmediato. A pesar de que ya no tienes períodos menstruales, los ovarios todavía liberan óvulos y siguen produciendo estrógeno y progesterona.
– Quimioterapia y radioterapia. Estas terapias contra el cáncer pueden inducir la menopausia, lo que provoca síntomas como sofocos durante el curso del tratamiento o poco después de este. La interrupción de la menstruación (y de la fertilidad) no siempre es permanente después de la quimioterapia, por lo que se recomienda seguir utilizando métodos anticonceptivos. La radioterapia solo afecta la función ovárica si la radiación se dirige a los ovarios. La radioterapia dirigida a otras partes del cuerpo, como el tejido mamario o la cabeza y el cuello, no afectará la función ovárica.
– Insuficiencia ovárica primaria. Cerca del 1 % de las mujeres experimenta la menopausia antes de los 40 años (menopausia prematura). La menopausia prematura puede ser el resultado de una insuficiencia ovárica prematura (cuando los ovarios no producen niveles normales de hormonas reproductivas) debido a factores genéticos o a una enfermedad autoinmunitaria. No obstante, en general, no se puede encontrar una causa de la menopausia prematura. A estas mujeres se les suele recomendar la terapia hormonal, al menos, hasta la edad normal de la menopausia con el fin de proteger el cerebro, el corazón y los huesos.
Complicaciones
Después de la menopausia, el riesgo de padecer ciertas enfermedades aumenta. Por ejemplo:
– Enfermedades cardíacas y de los vasos sanguíneos (cardiovasculares). Cuando los niveles de estrógeno disminuyen, aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. Las enfermedades cardíacas son la causa principal de muerte tanto en mujeres como en hombres. Por lo tanto, es importante hacer ejercicio regularmente, tener una dieta sana y mantener un peso normal. Consulta el médico acerca de cómo proteger tu corazón, por ejemplo, cómo reducir el colesterol o la presión arterial si es muy alta.
– Este trastorno hace que los huesos se tornen débiles y quebradizos, lo que genera mayor riesgo de fracturas. Durante los primeros años después de la menopausia, es posible que pierdas densidad ósea a un ritmo rápido, lo que aumenta el riesgo de osteoporosis. Las mujeres posmenopáusicas con osteoporosis son especialmente susceptibles a fracturas de columna vertebral, caderas y muñecas.
– Incontinencia urinaria. A medida que los tejidos de la vagina y de la uretra pierden elasticidad, es posible que experimentes una fuerte necesidad frecuente y repentina de orinar seguida de una pérdida involuntaria de orina (incontinencia urinaria por urgencia) o pérdida de orina al toser, reír o levantarte (incontinencia por esfuerzo). Es posible que tengas infecciones de las vías urinarias con más frecuencia.
El fortalecimiento de los músculos del piso pélvico con ejercicios de Kegel y el uso de estrógeno vaginal tópico pueden ayudar a aliviar los síntomas de incontinencia. La terapia hormonal también puede ser una opción de tratamiento eficaz para los cambios vaginales y de las vías urinarias relacionados con la menopausia que pueden provocar incontinencia urinaria.
– Función sexual. La sequedad vaginal debida a disminución de la producción de humedad y la pérdida de elasticidad pueden causar malestar y un leve sangrado durante las relaciones sexuales. Además, la disminución de la sensibilidad puede reducir el deseo sexual (libido).
Los humectantes vaginales a base de agua y los lubricantes pueden ser útiles. Si un lubricante vaginal no es suficiente, a muchas mujeres les resulta útil usar un tratamiento de estrógeno vaginal local, disponible en crema, tableta o aro vaginal.
– Aumento de peso. Muchas mujeres aumentan de peso durante la transición menopáusica y después de la menopausia debido a que el metabolismo se torna más lento. Es posible que debas comer menos y hacer más ejercicio, simplemente para mantener el peso actual.