La piel es el órgano donde se expresan muchas enfermedades internas. En diversas oportunidades, esto permite efectuar su diagnóstico, a través de la observación de las distintas alteraciones cutáneas.
Las personas con diabetes deben cuidar su piel durante todo el año, en especial, durante el verano, ya que es la época en que el sol, el calor y otros factores externos (como la arena y el agua clorada o salada) pueden resecar y dañar la dermis.
La Asociación Americana de Diabetes (ADA), según sus siglas en inglés) señala que más del 30% de las personas con diabetes tiene, en algún momento en la vida, una afección en la piel causada por la enfermedad o relacionada con ella. Este fenómeno se puede intensificar con la llegada de la época estival y las vacaciones, si no se toman las medidas oportunas.
RECOMENDACIONES
- Protegerse del sol, especialmente durante las horas centrales del día, con cremas solares, anteojos y sombreros, para evitar las quemaduras en la piel, que no solo pueden resultar molestas, sino favorecer su envejecimiento y sequedad, así como el desarrollo de melanomas. Los protectores solares (factor 30 o superior) deben ser aplicados cada dos horas y después del baño.
- Cuidar los pies. Para prevenir el pie diabético se aconseja usar zapatos adecuados, que eviten rozaduras y medias de materiales naturales, que permitan la transpiración. Además, es necesario mantener el pie hidratado, para evitar la aparición de grietas, así como evitar el exceso de humedad, derivada del sudor, ya que puede favorecer el desarrollo de infecciones. Por último, es importante autoexaminarse los pies y solicitar al/la médico/a que lleve a cabo las revisiones para detectar y tratar posibles heridas, infecciones u hongos, de forma precoz.
- Limpiar e hidratar la piel. No solo el sol puede afectar el cuidado de la piel: la arena, el agua clorada o salada y el sudor también pueden deshidratarla y resecarla, por lo que se recomienda limpiarla después del baño y el ejercicio físico con agua templada, hidratándola después con productos de acuerdo con el pH de la piel. Además, se deben tomar 2 litros de agua al día y consumir frutas y verduras en abundancia.
- Utilizar guantes al tratar con limpiadores, solventes y detergentes.
Comunicarse con la/el médica/o en caso de algún corte o herida. Lavar bien la zona con jabón y NO automedicarse.