Con la llegada del otoño, no solo cambian los paisajes y las temperaturas, sino que también nuestro cuerpo y estado de ánimo se ven influenciados. Los días se acortan, el clima se vuelve más frío y húmedo, y todo esto puede hacer que nos sintamos más cansados, con más hambre o incluso un poco deprimidos.
Menos energía y más sueño
¿Te ha pasado que en otoño te cuesta más levantarte o te sentís con menos ganas de hacer cosas? Esto ocurre porque, al haber menos horas de luz, nuestro cuerpo produce más melatonina (la hormona del sueño) y menos serotonina (la que nos ayuda a sentirnos bien y con energía).
¿Qué podemos hacer?
Tratá de exponerte a la luz natural siempre que puedas, especialmente por la mañana. También ayuda mantener una rutina de sueño y hacer algo de actividad física.
Más ganas de comer
Cuando el clima se enfría, el cuerpo necesita más energía para mantenerse caliente, por lo que nos dan más ganas de comer, sobre todo comidas más calóricas y reconfortantes.
¿Qué podemos hacer?
Está bien darse gustos, pero es clave equilibrar con alimentos nutritivos. Sumá frutas, verduras y proteínas a tu dieta para evitar los bajones de energía.
Mayor sensibilidad a los resfríos
El cambio de temperatura y el clima más húmedo pueden debilitar nuestras defensas, haciéndonos más propensos a resfriarnos.
¿Qué podemos hacer?
Abrigarse bien, lavarse las manos con frecuencia y consumir alimentos ricos en vitamina C (como naranjas, kiwis o morrones) pueden ayudar a reforzar nuestras defensas.
Articulaciones más rígidas
El frío puede afectar nuestras articulaciones, haciendo que sintamos más rigidez o molestias, sobre todo si ya tenemos algún problema en huesos o músculos.
¿Qué podemos hacer?
Mantenerse en movimiento es clave. Hacer ejercicios de estiramiento y mantenerse hidratado ayuda a que las articulaciones no se sientan tan rígidas.
Cambios en el estado de ánimo
Algunas personas pueden sentirse más tristes o desmotivadas en esta época. Esto se debe, en gran parte, a la falta de luz solar, que afecta nuestro estado de ánimo.
¿Qué podemos hacer?
Buscar actividades que nos gusten, rodearnos de personas que nos hagan bien y asegurarnos de salir al aire libre siempre que sea posible.
El otoño trae consigo cambios, pero si conocemos cómo nos afectan, podemos encontrar formas de sentirnos mejor y disfrutar esta temporada sin que nos pase factura.